Desde los primeros meses de vida hasta la adolescencia, los peques experimentan diferentes formas de juego que les ayudan a comprender el mundo que les rodea y a desarrollar habilidades importantes. Es por eso que hoy te cuento las seis etapas del juego y cómo influyen en el desarrollo de tu peque.
Juego Desocupado: Se desarrolla desde el nacimiento hasta aproximadamente los 6 meses.
Durante este periodo los peques están explorando su entorno principalmente a través de sus sentidos y movimientos básicos.
Este tipo de juego es crucial para el desarrollo sensorial y cognitivo inicial del niño, ya que les permite familiarizarse con su entorno y experimentar con diferentes estímulos.
Juego Solitario: En este caso se observa en peques de 1-2 años
Aquí es el momento de los peques comienzan a jugar de manera más independiente, sin interactuar con otros peques.
En ocasiones, puede parecer que están aislados, sin embargo, el juego solitario es importante para el desarrollo de la creatividad, la concentración y la autoexploración de los peques.
Juego Espectador: Suele ocurrir entre los 2 a 3 años de edad.
En esta etapa los peques comienzan a mostrar interés en el juego de otros, pero todavía no están listos para participar activamente. Se mantienen observando sin unirse a jugar con los otros peques.
El juego espectador les permite aprender observando, absorber nuevas ideas y habilidades que luego pueden aplicar en su propio juego.
Juego Paralelo: 2 a 3 años, en ocasiones hasta los 4 años.
Ya en esta etapa los peques comienzan a jugar cerca de cada uno, pero de manera independiente. Aunque pueden estar uno al lado del otro, cada peque está inmerso en su propio juego sin interactuar signficiativamente con el otro.
A pesar de que en el juego paralelo, aún no juegan juntos el estar cerca les ayuda a desarrollar habilidades sociales básicas, como compartir espacio y recursos.
Juego Asociado: De 3 a 4 años, aunque puede extenderse hasta los 5 años.
Este tipo de juego es donde los peques empiezan a interactuar más entre ellos mientras juegan, aunque cada uno sigue concentrado en su actividad individual. Pueden intercambiar juguetes, imitar las acciones de otros peques o hacer comentarios sobre lo que están haciendo.
En el juego asociado se fomentan habilidades sociales como la comunicación, la cooperación y el trabajo en equipo.
Juego Cooperativo: A partir de los 4 o 5 años en adelante, y continúa a medida que los peques crecen.
Finalmente, es aquí donde los peques juegan juntos hacia un objetivo común. Colaboran, comparten ideas y trabajan en equipo para lograr una meta compartida.
Este tipo de juego fomenta habilidades sociales más avanzadas, como la resolución de problemas, la empatía y la toma de decisiones en grupo.
También, quiero decirte que es importante tener en cuenta que estos rangos de edad son aproximados y pueden variar según el peque y su entorno.
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